Como muchos saben, me encanta leer, y por eso participo en tertulias literarias. En una de ellas leímos Tuya, de Claudia Piñeiro: una novela breve pero tan potente que sacude el alma. Me impactó tanto que no pude evitar escribir esta reseña.
Una mentira que lo cambia todo
¿Qué pasa cuando la verdad asoma en la rutina? ¿Qué hace una mujer al descubrir que su vida no es tan sólida como pensaba? Estas preguntas son el corazón de Tuya.
La protagonista es Inés, una mujer de clase media alta, casada con Ernesto —un respetado profesional—, madre de una adolescente, y aparentemente feliz. Pero todo cambia cuando descubre una nota comprometedora escrita a mano y firmada simplemente como “Tuya”. Ese hallazgo, pequeño pero revelador, desata una serie de decisiones insólitas.
La fachada de la normalidad
Pienso que uno de los mayores logros de Piñeiro en esta novela es su capacidad para mostrar cuán frágil es la idea de “normalidad”. La autora construye con maestría la imagen de una familia perfecta: rutinas escolares, trabajo estable, apariencias cuidadas. Pero detrás de esa fachada se esconden mentiras, frustraciones, y un miedo profundo a que todo se desmorone.
Tuya es una historia sobre lo que no se dice, sobre lo que se esconde debajo de las alfombras emocionales, en las cocinas silenciosas y las habitaciones cerradas. La autora no necesita grandes escenarios para hablar del crimen, porque lo verdaderamente trágico sucede en lo cotidiano.

Una voz femenina que desarma
La narración en primera persona es uno de los grandes aciertos del libro. Inés tiene una voz irónica, directa, por momentos casi cínica. Su forma de hablarnos genera una cercanía inquietante: a veces la comprendemos, otras veces la juzgamos, pero siempre nos sentimos dentro de su cabeza.
Esta voz es, al mismo tiempo, su escudo y su confesionario. Y en ella se mezclan la represión, la contradicción, el instinto de supervivencia y el miedo al vacío. Inés no es una heroína ni una víctima. Es, simplemente, humana.
Un thriller íntimo y social
Aunque Tuya puede leerse como una novela policial —porque hay un crimen, hay misterio, hay tensión—, no es un thriller tradicional. Aquí el suspenso no se centra en quién cometió el delito, sino en el porqué y en las consecuencias que arrastra.
Piñeiro se vale del policial para explorar mucho más: el peso de los mandatos sociales, el rol de la mujer dentro del matrimonio, la construcción de la maternidad, y la violencia silenciosa que a veces habita en los vínculos. Sin necesidad de alzar la voz, denuncia lo que se esconde detrás de las puertas cerradas.
Además, lo hace con una escritura ágil, casi cinematográfica. Cada capítulo tiene el ritmo justo, cada giro sorprende sin ser forzado. La tensión crece sin necesidad de exagerar. Y el final, aunque no es un cierre perfecto, deja al lector reflexionando sobre la ambigüedad moral de los personajes.

Un espejo incómodo
Lo más inquietante de Tuya no es el crimen. Como lectores, muchas veces entendemos (y hasta justificamos) a Inés. Esa identificación con una protagonista que actúa de forma cuestionable nos obliga a mirarnos al espejo. ¿Hasta dónde somos capaces de sostener una mentira por miedo al cambio? ¿Qué tan profundas son las heridas que no nos atrevemos a mostrar?
El título, simple pero eficaz, encierra un juego irónico. Esa palabra, “tuya”, aparece en la carta que inicia el drama, pero también resuena en cada escena: ¿de quién es Inés?, ¿de quién es su vida?, ¿a quién se pertenece cuando todo se tambalea?
Conclusión: una joya incómoda y necesaria
Tuya es una de esas novelas breves que dejan una huella profunda. Con una prosa directa y sin adornos, Claudia Piñeiro logra contar una historia intensa, cargada de emociones contenidas, de decisiones difíciles y de preguntas sin respuesta.
No es una lectura cómoda, pero sí necesaria. Porque nos habla del amor, sí, pero también del miedo. De la traición, pero sobre todo de las elecciones cotidianas que hacemos para sostener lo que creemos que somos. Una historia que, bajo la apariencia de un drama doméstico, revela la complejidad del alma humana.
Recomendada para quienes disfrutan de las novelas que incomodan, que desarman y que invitan a pensar. Y, sobre todo, para quienes valoran las voces femeninas potentes y honestas en la literatura latinoamericana.
El final me deja la sensación de que la novela pudiera tener una segunda parte. A ver, ¿qué opinan ustedes si deciden leerla?