¿Qué sería la vida sin sueños?

Cuando hace unos días le dije a mi esposo que soñaba con hacer una canción, me respondió mientras sonreía: Tere, ¿hasta cuándo? Hasta que Dios así lo quiera, le respondí. Y lo que pasa es que tengo un entusiasmo dentro de mí que no se detiene. Mi mente de ardilla, si bien se ha ido serenando, sigue abierta a nuevos proyectos. 

El año 2022 inició con la certeza de que el cáncer puede regresar. Me tuvieron que operar para extraer algo muy pequeñito que resurgió en mi cuerpo. Nuevamente estaba contenido. La conclusión en esta ocasión fue que no necesitaba quimioterapia. Ahora tomo un inhibidor de estrógenos y estoy en seguimiento más estrecho. Esos primeros meses tuve mucha incertidumbre y mucho miedo. Pero con la ayuda de Dios y el amor de mi familia pude enfrentar las decisiones que tuve que tomar. Además de contar con excelentes médicos que me dieron confianza para definir lo que era mejor para mí.

Quiso Dios que en toda esa aventura otro hijo de papel estuviera en gestación. Entregué el manuscrito final de Stellita y su ángel de la guarda a finales de 2021, así que cuando me dieron la noticia en enero que me tenían que operar ya el proceso de diseño había iniciado. Y como yo me involucro estrechamente en el mismo, en medio de todo lo que estaba viviendo, nacía mi cuarto hijo de papel. De la misma forma como escribí mi primer libro, Te ofrezco mis puertas, durante la quimioterapia en el año 2019. 

Y era un hijo de papel que soñaba con escribir: uno que llevara un mensaje de espiritualidad. Si bien realizo una labor de apostolado con mis escritos en el blog www.10minconjesus.com, quería escribir un libro donde esta labor llegara a los niños y sus familias. Y esto se hizo realidad con Stellita y su ángel de la guarda, el cual además trata sobre la inclusión familiar y el Síndrome de Down.

Para lograr que el mensaje de espiritualidad del libro alcanzara a más personas me uní con los 10 minutos con Jesús América Latina para lanzar el ebook de Stellita y su ángel de la guarda. Solamente en las diversas plataformas de ellos se puede adquirir la versión digital del libro y la donación que se hace es íntegra para sus labores de apostolado.

Así fueron mis primeros meses del año 2022: con un contraste de situaciones y vivencias. Sin la ayuda de Dios, el amor de amigos cercanos y la familia, no hubiera podido abrir esas puertas con determinación y fe. 

Otro de mis sueños era presentarme como escritora en una Feria Internacional del libro. Si bien en el 2020 y 2021 lo hice en las versiones virtuales, no se compara con lo vívido este año en una feria presencial. Fueron emociones tras emociones. Cinco días intensos donde no solo presenté mi cuarto libro, sino que tuve actividades variadas alrededor de la inclusión y además un stand con seis escritores más. Terminé el último día agotada, incluso me enfermé, pero la felicidad compensaba todo el cansancio. Otro sueño hecho realidad de forma explosiva. 

Además, en la feria surgió la idea de hacer una versión para pintar del libro de Stellita. Y así lo hice. Ven a pintar con Stellita y su ángel de la guarda cautivó a grandes y chicos durante estas navidades. 

Ahora sueño con ir a una feria del libro fuera de Panamá. Quisiera poder vivir esa experiencia en otro país. Solo Dios sabe si será posible. 

Últimamente he soñado repetidamente que una situación que me ha causado mucho dolor se resuelve. Siento tanta paz al levantarme después de soñar tan hermoso. Pienso que es Dios que me lo regala como una forma de sobrellevar la situación. Tengo la esperanza de que las cosas mejorarán. Pero será cuando así lo quiera Dios. “Los tiempos de Dios son perfectos”. No sé quién dijo esto por primera vez, pero así es. 

¿Y qué más sueño? Sueño con hacer una obra de teatro del libro de Stellita. Imagino a Stellita en el escenario cautivando a todos. No tengo ninguna idea de lo que significa hacer una obra de teatro, pero lo averiguaré y ya veremos si logro hacer este sueño realidad. De pronto alguien que lee este artículo quiera ayudarme a conseguirlo.

Despido el año 2022 con mucho agradecimiento por haber podido superar otra prueba de salud, por los sueños que se hicieron realidad y por todas las vivencias. Una en especial fue ser la madrina de confirmación de una amiga. Nuestra amistad se ha ido consolidando cada vez más por las situaciones de salud que hemos enfrentado. Fue muy emotivo cuando me lo pidió. Ese momento, así como otros vividos este año que está por terminar, se los comparto en el video que sigue.

Dios mío, permíteme seguir soñando. Solo tú sabrás si estos sueños se harán realidad.

Feliz Navidad y un próspero año 2023 a todos mis lectores.