En el mes de mayo recibí una llamada de la escritora Herminia Peña. La había visto brevemente en un evento reciente por la celebración del Día Internacional de la Literatura Infantil realizado en el Casco Viejo de Panamá. Además, ambas pertenecemos a la Academia Panameña de Literatura Infantil y Juvenil e interactuábamos en el grupo de WhatsApp. Pero, aparte de eso, no conocía nada sobre su vida, sus libros y menos sobre su árbol MyRoT.
Emy, que así le dicen, me invitó a estar con ella en un stand en la Feria Internacional de Libro de Panamá durante el mes de agosto. De momento me pareció una locura ya que el costo del mismo era elevado pero la idea de Emy era conseguir a otros escritores para compartir los gastos. Me dijo que ella tenía un árbol cuentacuentos, por lo que no quería que en el stand hubiera más de 8 escritores para poder contar con suficiente espacio.
Un árbol cuentacuentos, pensé. ¿Qué es eso? Emy me contó que era un proyecto de su esposo y ella, que tiene por nombre MyRoT, el cual había sido premiado a nivel local e internacional. Es el primer robot social de telepresencia con estética de árbol, me dijo. En ese momento me estaba hablando en chino. No entendía nada hasta que busqué su página en instagram —@myrot507—, donde pude ver fotos y videos. También Emy me compartió varios enlaces de internet.
Físicamente es una representación del árbol barrigón de Panamá. De hecho, Emy se inspiró en uno de sus cuentos que se llama El barrigón. Ella es bióloga botánica e investigadora, y todos sus libros tienen que ver con la naturaleza panameña para promover su conservación. Su cuenta de instagram es @cuentosdeltrópico
En su “tronco”, MyRoT tiene una tablet que proyecta una imagen de un rostro y puede expresar diferentes gestos o emociones. Mediante una bocina inalámbrica, emite el sonido, en este caso, los cuentos grabados en audios, lo que da la ilusión de que el árbol está hablando.
Este árbol se utilizó en tres Ferias del libro —2016, 2017 y 2018— en el stand del Ministerio de Educación y en otro comercio en Panamá. Pero este año tendrían la versión mejorada, ya que fue producido en un proyecto con fondos de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), el cual salió beneficiado por convocatoria pública.
El entusiamo de Emy me contagió y sin pensarlo mucho me puse a buscar a los 6 escritores adicionales. En menos de dos horas ya teníamos el grupo armado. Al principio ninguno sabía en lo que nos estábamos metiendo. Solo Emy había participado en Ferias presenciales como escritora y nos dijo que se vendía muy bien.
Los días siguientes fueron intensos. Largas charlas e intercambios de mensajes de voz entre ella y yo. Así fui conociendo a Emy y ella a mí. Cuando me contó que la inspiración para el árbol había sido su hijo con autismo sentí que era una «dioscidencia» total. El tema central de mi nuevo libro era la inclusión familiar. Emy buscaba que su árbol pudiera ayudar en el aprendizaje de niños con condiciones especiales y apoyar en la inclusión educativa. De hecho, este año está validando este aspecto en el Instituto Panameño de Educación Especial (IPHE).
Lo otro que teníamos en común era Dios. Si bien yo soy católica y ella evangélica, nuestros principios son los mismos. Tenemos a Dios por delante en nuestras vidas. Así que poco a poco nos fuimos haciendo amigas. Me di cuenta también de que Emy dice las cosas sin tapujos. Es cristalina. Y eso me hizo incluirla en mi círculo de amigas sin siquiera todavía habernos reunido personalmente.
En ese momento todavía Stellita y su ángel de la guarda no se había ido para la imprenta. Estaba en la última fase del proceso de ilustración. Trabajaba además en el guion del video de lanzamiento del libro. Así que mis días transcurrían entre MyRoT y Stellita. A pesar de que estaba también atravesando una situación personal muy difícil, ambos proyectos me hacían sentir muy feliz e ilusionada.
Cuando Emy llamó al contacto que le habían dado para reservar el stand, solo quedaba el número 102. En ese momento no entendimos la ubicación en el mapa. Más adelante nos percatamos de que seríamos el último stand de la Feria. Al principio ambas nos desanimamos, pero ya estábamos montadas en la aventura y había que seguir. Se lo dijimos a los otros integrantes del grupo y no manifestaron ningún rechazo.
En el transcurso de tres meses tuvimos dos desersiones del grupo, pero enseguida ubiqué a quienes pudieran llenar esos espacios.
Como muchos ya saben que tengo mente de ardilla inquieta, al comprender el impacto que MyRoT podría tener en la Feria, vi la oportunidad de presentárselo a los organizadores. Le dije a Emy que podíamos conseguir que le dieran un espacio en el programa cultural, pues seguro sería un atractivo para ellos. Y así mismo fue. MyRot inauguró el Rincón Infantil de la Feria Internacional de Libro de Panamá con una actividad matutina llamada Mi árbol cuentacuentos y yo. Emy me pidió que estuviera con ella ese día y así conocí muy de cerca a MyRoT.
Como los cuentos que MyRoT comparte son sobre el trópico, Emy incluyó a Chachalaca y su viaje inesperado. Solo me pidió grabar el audio con efectos de naturaleza. Les confieso que no fue fácil. Ella revisó varias versiones y con su forma franca de ser me decía: «Tere, creo que lo puedes hacer mejor». Y al final, lo logré.
Durante esas dos horas de la actividad nos visitaron al menos 10 grupos de 20 estudiantes aproximadamente. Era impresionante ver a los niños extasiados escuchando a MyRot contar los diversos cuentos. Recuerdo que fue una odisea trasladarlo del stand al área de exposición. La Feria en las mañanas estuvo abarrotada por más de 2000 estudiantes así que tuvimos que formar una barrera protectora para irlo desplazando en la parrilla con ruedas que tiene MyRoT.
Y sobre el stand 102, al que nombramos Escritores Unidos, pudimos comprobar el dicho que dice: los últimos serán los primeros. El día del montaje, que nos correspondió el lunes previo a la Feria que iniciaba el miércoles, llegamos al stand, que efectivamente era el último, pero se encontraba justo en el pasillo donde estaban los salones más grandes de las presentaciones. Un chico de logística nos dijo: «Ustedes tienen el mejor stand de todos. Ya que están cerca de los salones más concurridos y además en un área despejada del tumulto de la Feria».
Y tuvo toda la razón. El resultado de las ventas lo demostró. Además, fue el mejor stand que pudo tener MyRoT y para todos los escritores se convirtió en un atractivo para impulsar las ventas ya que llamaba la atención escucharlo hablar y las personas se detenían y aprovechábamos para invitarlas a ver los libros.
La primera vez que vi a MyRoT me dio mucha ternura, pero sobre todo por cómo Emy lo trataba, le iba poniendo sus ramas y lo iba armando. La verdad que admiro mucho a Herminia Peña. Se dispuso a tener su árbol cuentacuentos en la Feria Internacional del Libro de Panamá y lo logró. Otra persona se hubiera dado por vencida. Pero ella siguió su sueño y me siento afortunada de que me haya invitado a estar con ella en esta aventura. Su entusiasmo me contagió y pude vivir una experiencia inolvidable que quiero repetir.
Tener un stand los 5 días de Feria fue algo intenso. Pero también un trabajo en equipo al 100%. Pudimos organizar los turnos de atención considerando las actividades que cada uno tendríamos. Igualmente, la logística de cobros, ya que uno de los integrantes lideró esta parte consiguiendo tickets individuales de compra.
Pero hubo un momento antes de la Feria que estuve muy ansiosa. Sentía que sería mucho para mí estar en el stand cubriendo turnos en medio de las otras actividades que tenía, pero al final siento que lo mejor fue estar allí: era nuestro centro de acción. Y, por si fuera poco, el stand tenía un espacio atrás que se convirtió en área de descanso y lo más importante, de depósito para los libros.
La Feria Internacional del Libro de Panamá significó abrir una puerta que trajo para mí alegría, satisfacción, compañerismo, aprendizaje, superación de inseguridades y la posibilidad de participar por primera vez como escritora panameña presentando mi cuarto hijo de papel: Stellita y su ángel de la guarda. Me permitió además conocer a personas que como Herminia Peña van en pos de sus sueños.
Marta
Las felicito por la iniciativa del arbol, me encanto, muy original, se robo el show.
Estelita y su angel guardian fue muy emotivo mas porque conoci a la fuente de inspiracion, lo mas hermoso es ver la union de la familiar de los Rojas Pardini
Annie
Que impresionante y belleza. Cada vez que veo tu blog me llena de emocion y ganas de vivir. Eres y todos son una gran inspiracion! 👏
Polola Niño
Buenísimo Tere!! Muchísimas felicidades ❤️❤️
Carmen Castrejón
Tere fueron los mejores días, Stellita y su ángel de la Guarda es un libro para disfrutar en Familia.
Gracias por hacerme parte de esta bella aventura.
Herminia Peña
Felicidades Tere. Gracias por hacer el trabajo tan valioso qué haces por los niños. Nunca pares de escribir!
P. Lucho Q.
Además de la invención del Árbol Cuentacuentos (MyRot), que ya es bastante, me impresionó el espírtu de trabajo, generosidad, de los componentes, su amistad leal, incondicional, en beneficio especialmente de los niños, que quedaron con un buen recuerdo, satisfechos, que despertaría en ellos el deseo de soñar y abrirse a las posibilidades de grandes horizontes de la vida.
Orlando Ceballos
Hola me capturo con cada palabra apenas comence a leer su relato,verdaderamente toda una aventura sin duda mi respeto y admiraciòn,le deseo logre cumplir todos sus sueños y metas como escritora como sin duda lo està haciendo Emy otra gran escritora bendiciones.
Tere Dominguez
Gracias por sus palabras Orlando. Soy muy afortunada de haber conocido a Emy. Un espíritu de Luz que quiero que siempre esté a mi lado. Feliz Navidad.