En el mes de julio de 2019 formé el grupo de WhatsApp Mi aventura. Cuando la periodista Solángel Hurtado Mendoza me entrevistó para la revista Ellas en septiembre de ese mismo año, denominó a ese grupo como Mi diario del cáncer. 

Y eso fue para mí.

Durante cinco meses, a partir del ciclo 2 del tratamiento de quimioterapia, mantuve ese grupo que llegó a tener 116 personas y donde relaté día a día mi experiencia. El martes 19 de noviembre, en la presentación en el Club Unión de Te ofrezco mis puertas, expliqué lo que Mi aventura ha significado para mí, tanto así que mi primer libro en gran parte surgió gracias a ese grupo. Mis palabras en detalle están en el primer blog que subí a teredominguez.com. Por ello, una vez publicado el libro y finalizado mi tratamiento de quimioterapia, tenía que tomar una decisión: ¿qué hacer con Mi aventura? ¿Aferrarme a él o avanzar?

Lo que sí tenía claro es que quería seguir escribiendo, necesitaba hacerlo. Cuando trabajaba en el diseño de mi página web dejé abierta la posibilidad de tener un blog, pero le dije al programador que todavía no estaba lista para iniciarlo. En ese momento estaba centrada en los últimos detalles de la presentación del libro. Sin embargo, una vez presentado Te ofrezco mis puertas empecé a recibir mensajes de lectores que me compartían su sentir. Y yo también quería escribir sobre mis vivencias en esta nueva etapa como escritora. Pero la pregunta era: ¿dónde hacerlo? Decidí que era el momento de iniciar este blog. Es el medio para continuar escribiendo y poder compartir periódicamente mis escritos con quien desee leerme. Si bien soy bastante activa en redes tampoco quiero desgastarme con tantas herramientas que se utilizan hoy en día. Ahora necesito tiempo para continuar con la escritura de mi segundo libro.

Durante todo mi tratamiento de quimioterapia tuve que avanzar. No podía detenerme porque mi objetivo era terminar los seis ciclos del tratamiento sin enfermarme ni debilitarme y mantener mi espíritu arriba. No dejar que el cáncer dominara mi mente. No soy un robot y tuve momentos duros que describo en Te ofrezco mis puertas, pero la mayoría de esos momentos estuvieron colmados de bendiciones. 

Después de viajar a Houston a finales de octubre para los exámenes post quimio, me dieron de alta y me indicaron seguimientos por los próximos cinco años. Se cerraban así muchas puertas y se abrían otras. Uno de los aprendizajes más grandes que he recibido de Mi cáncer es que hay que atreverse siempre a abrir las puertas que se nos presenten en nuestra vida terrenal. Pero ahora que he culminado un capítulo de mi vida, he entendido que también hay otras puertas que es mejor cerrar para poder avanzar y abrir otras.  

Lo que tengo por delante es continuar preparándome: seguir leyendo, escribiendo, imaginando y aprendiendo. Además, comprendí que Te ofrezco mis puertas es el legado de Mi aventura. Por lo tanto, he decidido despedirme de ese grupo de WhatsApp con la satisfacción de saber que cumplió el propósito para el que fue creado. Ahora soy una escritora que se debe a sus lectores. 

Para terminar, mi pregunta ahora es para ti:

¿Qué puertas tienes que cerrar para poder abrir otras y avanzar?