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Foto.Medalla Milagrosa

Durante los meses de quimioterapia me regalaron muchas estampitas de santos y de oraciones. Pero la Virgen de la Medalla Milagrosa fue la que me cautivó. La conocí porque mi cuñada Rebeca y su hija María Paola le rezaron por mí y me hablaban mucho de ella. Me contaron de las procesiones que en Santiago de Veraguas se hacen todos los años en su honor el 27 de noviembre. Además de darme su estampita y una imagen pequeña, me regalaron un librito titulado El don de la Medalla, el cual me impresionó. 

Durante la procesión en Santiago de Veraguas el 27 de noviembre de 2019.

Este año hice por primera vez la novena. Me gustó mucho ya que cada día se repasaban datos históricos: desde la primera vez que se le apareció la Virgen a Santa Catalina Labouré, hija de la Caridad de San Vicente de Paúl, el 18 de julio de 1830. Ese día, la Virgen le habló a la santa de las desgracias y calamidades del mundo, y le enseñó la manera como había de portarse en las penas y tribulaciones que se avecinaban. Entre sus confidencias, le dijo: «acontecerán no pequeñas calamidades. El peligro será grande. Llegará un momento en que todo se creerá perdido. Entonces yo estaré con vosotros: tened confianza…».

En la tarde del 27 de noviembre de 1830, bajó otra vez del Cielo la Santísima Virgen para manifestarse a Santa Catalina Labouré. De pie, entre resplandores de gloria, tenía en sus manos una pequeña esfera y aparecía en actitud extática, como de profunda oración. Después, sin dejar de apretar la esfera contra su pecho, miró a Sor Catalina para decirle: «Esta esfera representa al mundo entero… y a cada persona en particular». De las manos de la Virgen, como de una fuente luminosa, brotaron en cascada los rayos de luz. Y la Virgen explicó: «Es el símbolo de las gracias que yo derramo sobre cuantas personas me las piden». Entonces pidió que rezaran así: «¡Oh, María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!». Y seguido oyó una voz que recomendaba llevar la medalla y repetir a menudo aquella oración-jaculatoria, y prometía gracias especiales a los que así lo hiciesen. La Virgen le pidió a Sor Catalina que fuera acuñada una medalla según el modelo que ella misma le había diseñado. Después le dijo: «Cuantas personas la lleven, recibirán grandes gracias que serán más abundantes de llevarla al cuello y con confianza».

La medalla recapitula, por su rico simbolismo, los misterios de la fe cristiana. Fueron tantos y tan portentosos los milagros obrados por la nueva medalla (conversiones de pecadores obstinados, curación de enfermos desahuciados, hechos maravillosos de todas clases) que la voz popular empezó a denominarla con el sobrenombre de la medalla de los milagros, la Medalla Milagrosa; y con este apellido se ha propagado rápidamente por todo el mundo.

Al conocer esta historia sentí que quería llevar esa medalla en mi cuello. Pero mi sobrina María Paola me dijo que la constumbre era que fuera un regalo. No que uno mismo se la comprara. Así que le lancé varias indirectas a Ramiro y fue mi regalo del Día de las Madres el año pasado. Ahora la llevo siempre conmigo.

Además, poco a poco fue naciendo en mí el deseo de tener su figura en casa y logré conseguirla este año, a pesar de la cuarentena, en una tienda que vende artículos religiosos. Incluso el párroco de mi barriada me la bendijo. Es así como ahora ella acompaña a San Antonio de Padua en la entrada de mi casa.

He adoptado la costumbre de hacer un alto durante el día para ir a donde están ambas imágenes y hacer otro rato de oración, en adición al que hago al levantarme.

El primer día de la novena, se la mandé a una amiga, que tenía a su esposo en cuidados intensivos con Covid-19. Ella me respondió enseguida que la iba a hacer. Nos conocimos durante la cuarentena en el grupo Rosario de Oración, del que escribí el post “Oración en el ciberespacio” en el blog de 10 minutos con Jesús. Habíamos estado en contacto desde que ambos enfermaron de Covid-19, pero su esposo se complicó y quedó en cuidados intensivos. Él había presentado una ligera mejoría el fin de semana anterior a su muerte. Pero cuando le mandé la novena me dijo que su esposo estaba muy delicado. Ese mismo día en la tarde murió. Fue impactante. Me puse a llorar. Esa tarde no podía dejar de pensar en ella. Tan joven. Todo el grupo de amigas estábamos muy tristes. Yo solo lo vi una vez en mi casa cuando vinieron a buscar un libro que me habían comprado. Sin saber cómo apoyarla, llamé a Liliana Motta para que me guiara, considerando que Liliana también había perdido a su esposo durante este tiempo de pandemia sin poderse despedir de él. Me dijo que lo mejor, ya que mi amiga era muy devota de la Virgen, era que ofreciéramos rosarios por el alma de su esposo y por fortaleza para ella y que se lo dijéramos. Y eso hicimos.  Le ha tocado una prueba muy dura, pero estoy segura de que con la ayuda de Dios y la Virgen podrá superarla. Y allí nos tendrá al grupo de Rosario de Oración para apoyarla siempre.

Lo más lindo de haber contactado a Liliana, en medio de esta situación tan triste, fue que me dijo que finalmente le haría el entierro a su esposo el 27 de noviembre, el día de la Virgen de la Medalla Milagrosa. 

Han pasado ya siete meses desde que escribí la historia de Liliana en el post “Luz en medio del dolor”. Fue debido a la muerte de su esposo que ella volvió pintar. La imagen que ilustra este post la hizo ella. Desde meses me había dispuesto a escribir sobre esta Virgen. Así que le pedí que si podía dibujarla y por supuesto que me dijo que sí. Gracias, Liliana, por este regalo tan hermoso.

Cheli Boyd, cantante católica panameña, al comentarle que estaba preparando este escrito, me compartió la canción «Bendita sea tu pureza» que tenía grabada hace un tiempo pero sin video. El que verán a continuación lo preparó especialmente para este post. Gracias, Cheli, por este regalo a la Virgen de la Medalla Milagrosa.

“¡Oh, María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!”.

Comments(6)

    • Annette Gisela Sayavedra

    • 3 años ago

    Gracias Tere por tus artículos.

    • Marta de Bermúdez

    • 3 años ago

    Precioso Tete

    • Paulette Fernández

    • 3 años ago

    Oh María sin pecado concebida rogad por nosotros que acudimos a ti. ♥️🌼

    • Xenia Garcia

    • 3 años ago

    ¡Hola Tere! Tal como te comenté por whatsapp, hoy estoy en blanco ante tu artículo a la Madre de la Medalla Milagrosa, tan especial. Ante todo me encantaría poder leer el post «Luz en medio del dolor» que mencionas. Sin duda, debe ser lindo como todos tus escritos.

    Quiero traer a esta frase, del Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María de San Luis María de. Montfort (TDV), lo siguiente: «No espere alcanzar misericordia de Dios quien ofenda a su Madre bendita» Nuestra Madre, callada, humilde, obediente y piadosa, no merece los desprecios de los no creyentes, de los cristianos separados y mucho menos de los católicos. Sí, los católicos, la despreciamos cuando no vemos que ella solo quiere lo mejor para nosotros: Su hijo Jesús.

    Por mucho tiempo pensé que consagrarse a ella, era como traicionar de alguna manera a Jesús, que como Dios debe ser nuestro centro. Sin embargo, Dios en su misericordia infinita me mostró hace un año a través del TVD que lo que pidamos a ella, es como si se lo dijéramos al oído a EL. Me consagré hace tres años, pero a penas el año pasado, mi mente se abrió al entendimiento de quién es Nuestra Madre. Le pido perdón tanto a Ella como a nuestro Señor por ser tan cerrada a pesar que es «tan obvio» cuando un corazón está abierto al amor misericordioso. De lo contrario no se entiende nada como me pasó. Ruego a Dios que muchos católicos puedan reconocerla, amarla y extender su amor a muchos.

    Espero pronto Tere te puedas consagrar a María.

    Un abrazo, Xenia

    • Eduardo Molino Paz

    • 3 años ago

    Tere gracias por regalarnos este hermoso artículo de la Vírgen, gracias a Liliana y a Cheli por compartir sus expresiones que adornan tus palabras. Creo fervientemente en DIOS y la VIRGEN, no necesito ver para creer, estoy rodeado de sus milagros y testimonios que los confirman.

    • Belkis Jiménez

    • 3 años ago

    ….Oh María sin pecado concebida rogad por nosotros que acudimos a ti….🌹🌹
    Hermoso tu escrito Tere. Gracias por compartirlo. Un fuerte abrazo a la distancia. Bendiciones.

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