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El sábado 25 de abril se celebró el día de San Marcos, quien escribió un evangelio breve en el que recoge el anuncio que les hizo Dios a los cuatro apóstoles: id por el mundo entero y proclamen el evangelio a toda la creación.

El sábado 25 de abril se celebró el día de San Marcos, quien escribió un evangelio breve en el que recoge el anuncio que les hizo Dios a los cuatro apóstoles: id por el mundo entero y proclamen el evangelio a toda la creación.

En una de las meditaciones de los diez minutos con Jesús se profundiza al respecto, y se dice que en ese momento los apóstoles no sabían lo que implicaría ir por todo el mundo, pues para Dios no hay límites. Ese anuncio abarcaba a todas las almas y todos los pueblos, a quienes ellos tendrían que anunciar que Dios nos había salvado. Fue lo que hicieron los apóstoles, hombres sencillos, comunes y corrientes como nosotros. Además, Dios dijo que a los que crean les acompañarán estos signos: expulsarán demonios en mi nombre, cogerán serpientes en sus manos, hablarán lenguas nuevas, y si beben un veneno mortal, no les hará nada.  

Es innegable que a muchos de nosotros nos gustaría ver estos milagros, pero sabemos que hoy en día no ocurren, salvo en raras excepciones. 

En enero de este año se estrenó en Francia la película Garabandal, pero su proyección tuvo que ser suspendida en el resto de los países debido a la pandemia. Sin embargo, durante la Semana Santa estuvo disponible para verla sin ningún costo en el sitio oficial de la película. Mi amiga Angelique tuvo la cortesía de compartirla conmigo. Trata sobre la historia de cuatro niñas a quienes, en 1961, exactamente el 18 de junio, en la aldea de San Sebastián de Garabandal (Cantabria, España), se les apareció un ángel. Fue el inicio de unos acontecimientos que cambiarían radicalmente sus vidas y marcarían a miles de personas. 

Durante los días siguientes a la primera aparición, se repitieron las visitas del ángel en el mismo lugar. Ellas se lo comentaron al sacerdote del pueblo, a los encargados de la seguridad, a amigos y familiares, y de día en día se iban multiplicando los visitantes, provenientes de diversos lugares. Muchos creyeron, pero otros las llamaron mentirosas y quisieron hacerlas dudar de lo que veían. Por fin, el 2 de julio, fiesta de la Visitación en aquel entonces (hoy se celebra el 31 de mayo), vieron por primera vez a la Virgen, que se apareció con el Niño Jesús y dos ángeles. 

Esas apariciones todavía son motivo de estudios. Les copio el sitio web de la película, por si a alguno le interesa el tema: www.peliculagarabandal.com, y cito unas palabras tomadas de esa cinta:

Cuando la Iglesia no sabe con certeza cuál es el origen del suceso, declara que «no consta el origen sobrenatural». Esto no significa que no ha habido aparición, sino que aún no consta, aún no hay certeza En este estado se encuentra Garabandal: «No consta el origen sobrenatural». Pero esta declaración no es definitiva y mientras no se llegue a una declaración definitiva, la Iglesia no solo puede, sino que debe estudiar lo ocurrido y sacar de la ignorancia a sus fieles.

Regina Fuentes, amiga y consejera espiritual, validó lo anterior y me dijo que esa era la doctrina de la Iglesia: prudencia, estudio y, a la vez, apertura a lo que vaya sucediendo. 

El 13 de mayo de este año se conmemoran 103 años de las apariciones de la virgen de Fátima, basadas en los testimonios de tres niños pastores. La foto de la portada la tomamos en mayo de 2019, en el lugar de la primera y tercera aparición del ángel a Jacinta, Lucía y Francisco. La foto superior es el monumento en uno de los dos sitios en que se apareció la Virgen.
Dos de los niños fueron canonizados en 2017, cien años después de los sucesos.

Aquí en Panamá ocurrió hace poco un hecho para el que solo encuentro como explicación la manifestación de Dios. Puede ser que algunos lo crean y otros no, pero decidí que iba a contarlo, con el permiso de mi amigo Jorge Silen. 

Jorge es amigo nuestro desde hace más de veinticinco años. Fue nuestro vecino durante su primer matrimonio y vimos crecer a sus hijos. Años después se casó con Sissy. El próximo 8 de agosto cumplirán diecinueve años de casados. Hemos viajado juntos, estuvimos en la boda de su hija Monique, a quien incluso visitamos juntos en el año 2017, en Savannah, Georgia. En esa ocasión también compartimos con su hija Estefanía. 

Jorge es amigo nuestro desde hace más de veinticinco años. Fue nuestro vecino durante su primer matrimonio y vimos crecer a sus hijos. Años después se casó con Sissy. El próximo 8 de agosto cumplirán diecinueve años de casados. Hemos viajado juntos, estuvimos en la boda de su hija Monique, a quien incluso visitamos juntos en el año 2017, en Savannah, Georgia. En esa ocasión también compartimos con su hija Estefanía. 

Jorge estuvo sufriendo de dolores de espalda por varios años, y estos se le fueron acrecentando.  Se descubrió que el problema era consecuencia de dos discos herniados, conjuntamente con artritis, que a su vez le provocaba dolor en el nervio ciático. A principios de diciembre de 2018, viajó a la Clínica Mayo en Jacksonville, donde le aplicaron una inyección de cortisona en los nervios de la espalda para aliviarlo de su tormento. Recuerdo que Ramiro y yo le habíamos traído de nuestro viaje a España el medicamento Baclofeno, con el cual cesaba un hipo incontrolable como consecuencia de la alergia que le provocaba la cortisona. 

La última visita de Jorge a la Clínica Mayo fue en enero de 2020. Lamentablemente, en esa ocasión la inyección de cortisona no le alivió los dolores. Por el contrario, aumentaron significativamente. Por ello, los médicos recomendaron hacerle una rizotomía, procedimiento que se iba a realizar el 8 de abril. Obviamente, por la situación de la cuarentena y el covid-19, no pudo ir a la Clínica Mayo.

Mientras tanto, el dolor fue aumentando a tal punto que le costaba levantarse de la cama y caminar. Tres veces al día, Sissy le tenía que poner una crema analgésica en las áreas afectadas. A insistencia de ella, al ver que caminaba con tanta dificultad, compraron una andadera.

El lunes 16 de marzo, Jorge se comenzó a sentir muy mal, y pensó que era el comienzo de un resfriado. El miércoles, como se sentía peor, llamó al 169 para saber dónde podría hacerse el examen del covid-19. Le contestaron que según su domicilio le correspondía ir a una clínica en Santa Ana. Como no tenía fiebre, decidió no ir.

El jueves, Jorge amaneció con mucha dificultad para hablar. Esa noche además le dolía el pecho y no respiraba bien. A la mañana siguiente se sentía aun peor y estaba muy asustado. Pensaba que tenía el covid-19. Debido a que Jorge y Sissy están en la edad de mayor riesgo, él habló con su hijo Ricky para que lo llevara al hospital, quien decidió en el camino ir al Santo Tomás. 

—Al verme llegar con esos síntomas —me cuenta Jorge—, los médicos no se me querían acercar. Me mandaron para un cuarto separado de los demás pacientesAllí estuve varias horas hasta que vinieron a tomarme la prueba del covid-19. Querían que me quedara hospitalizado, pero logré que me dejaran ir a la casa cuando les dije que tenía un cuarto privado en el que podría estar solo.

El día que hablamos en conferencia los tres, Sissy me dijo que esa mañana, antes de salir de la casa, Jorge estaba de mal humor. «Se fue sin haber desayunado a las nueve de la mañana y regresó a la casa a las seis de la tarde. Yo estaba muy nerviosa. Llamaba a Jorge y no contestaba. Luego llamaba a Ricky, pero me decía que aún no se sabía qué decisión iban a tomar, ya que debían esperar el resultado del examen»

—Al regresar a la casa —continúa Sissy— Jorge era otra persona. A pesar de que no había comido en todo el día y de las horas que pasó en ese cuartito del hospital, regresó calmado y muy pensativo, aceptando el hecho de que tenía que mantenerse aislado. Le acomodé el cuarto de visitas, cerré las cortinas, le llevé su comida y se quedó tranquilo. Al día siguiente, entré al cuarto para ver cómo había amanecido y en ese momento lo llamó Ricky para decirle que el resultado de la prueba del covid-19 era negativo. Qué alivio más grande sentí. Después, Jorge me contó con asombro lo que le había sucedido durante la noche.

—Estuve desvelado hasta aproximadamente la 1:50 de la madrugada —me cuenta Jorge—, cuando de pronto abrí los ojos y vi en la pared, frente a la cama, una cruz desde donde emanaba una energía blanca brillante y encima de la cruz había muchas estrellas circulares que destellaban de modo intenso, como si palpitaran. Eran muchas, pero no tapaban la cruz, que sobresalía un poco de la pared y era perfecta. Medía unos dos pies de largo, y un pie de ancho. Me levanté sorprendido. Aunque estaba oscuro, la iluminación de la cruz me permitió ver el cuarto y llegar a la ventana para comprobar si aquello provenía de afuera, pero no era así. Luego me senté en una silla frente a la cruz a orar. No sabía qué pensar. Era la experiencia más hermosa que había vivido. Mi primer pensamiento al ver esa cruz luminosa fue: viene el Uber del más allá por mí. Estoy listo para la foto. Me vienen a buscar. Persígnate y prepárate. Luego me volví a acostar y seguí observando la cruz, viva e intensa. A eso de las tres de la mañana desapareció. Al día siguiente, amanecí sin ningún malestar, sin fiebre, podía respirar sin dificultad y el dolor de espalda había desaparecido.  

Recreación que realizó Leticia Almanza sobre la cruz contemplada por Jorge Silen la noche del viernes 20 de marzo de este año.

En un mensaje a sus hijos esa mañana, para compartirles lo que le había pasado, Jorge les dijo también que las horas que estuvo en el hospital fueron una experiencia que le llegó a lo más profundo de su alma.

—Me sentí impactado —dice Jorge—, al estar en el centro de esta pandemia entre médicos, enfermeras y los contagiados. Experimenté una profunda compasión ante los menos afortunados. 

Desde ese día, Jorge no deja de repasar en su mente la aparición de la cruz, su significado y sobre la sanación inexplicable que recibió. Reza a diario por la salud de su familia, amistades y por todos en general, y le pide a Dios que ilumine y guíe a los científicos y médicos para que logren poner fin a esta pandemia.

Estampita que Jorge ha llevado consigo desde que su abuela se la regaló en el año 1969. El día que hablamos me dijo la oración de memoria.

Yo me enteré en principio de esta experiencia por Ramiro, quien me la contó sobresaltado. Él y Jorge siempre conversan mucho sobre diversos temas. Tienen también amigos en común. Yo no le puse mucha atención la primera vez hasta que días después me lo explicó con mayor detenimiento. Enseguida le creí. «Si Jorge está compartiendo este evento —me dije— debe ser cierto». No dudé. Jorge siempre ha sido muy reservado con sus asuntos personales. 

Ramiro me dijo: «Jorge es un hombre normal, como cualquier otro. Él no podía quedarse con eso dentro porque Dios le estaba enviando un mensaje que tenía que divulgar. Hacerlo muestra su valentía y su carácter».

Por esos días, una de las meditaciones de los diez minutos con Jesús abordaba el tema sobre «dichosos los que creen sin ver» y pensé que quizá Jorge estaría interesado en ella, así que se la envié. Él me respondió enseguida:

—Tere, muchas gracias por las oraciones. Me encantaría conversar con un padre para contarle mi experiencia. Si sabes de alguno y tienes su celular, te agradecería que me lo enviaras. 

Y eso hice. También su hijo lo había puesto en contacto con otro sacerdote. Ambos le dijeron que tenían testimonios de muchas personas que han sentido la presencia de Dios, pero ninguno como el suyo. Le pidieron que si podían contarlo y él les dijo que sí.

Yo le compartí también mi experiencia en marzo de 2019, cuando tuve un encuentro profundo con Dios que cambió mi vida. Pero le dije que no se asemejaba en nada a lo que él había vivido. Lo mío fue un sentimiento. Lo de él había sido una vivencia en vivo y a todo color, como le había dicho uno de los padres con quien habló.

El primer día que conversé con Jorge, estaba también en conferencia Sissy. Ella me dijo que el día que Jorge fue al hospital oró por él. Le pidió a Dios intensamente por un despertar de conciencia. Ella pensaba que Dios había respondido y lo había sanado. 

Como cristiana que soy tengo la misión de lograr que más personas conozcan a Cristo y se acerquen a él. Entendí esto hace meses, en una de las tantas guías espirituales que he tenido. Mi escritura es una vía también para compartir la vivencia que tuve de sentir a Dios vivo dentro de mí y de llevar esperanzas a otras personas. Además, publicar Te ofrezco mis puertas ha hecho que me contacten cada vez más personas que necesitan una voz de aliento, un empujón en un momento específico de su tratamiento. No ha sido fácil. He llorado muchas veces al conocer historias no tan afortunadas como la mía. Pero he entendido que Dios me ha dado la fortaleza para hacerlo. Ramiro se ha preocupado muchas veces cuando me ha visto llorando, pero le digo que no me hace daño. Al contrario, me hace más fuerte. Me lleno de energías y estoy lista para hablar o confortar a alguien. He entendido que esa es mi misión. Así como lo es compartirles este suceso tan hermoso que ha acontecido en medio de la pandemia por el covid-19. 

Yo creo que la vida terrenal es una preparación para la vida celestial. Al morir, si estoy libre de pecados, iré al cielo. Y si tengo algo que limpiar, iré al purgatorio. En otra de las meditaciones de los diez minutos con Jesús, el padre nos hacía reflexionar al respecto de que Jesús nos ha pedido que seamos perfectos. Es algo humanamente imposible, pero sí es posible para Dios, y por eso tenemos a los santos, que no son unos superhéroes de Marvel, inalcanzables. Los santos han sido personas de carne y hueso que vivieron en su tiempo, en el mundo, y que se dejaron llevar por Dios. Y esa santidad no consiste únicamente en rezar, en ser buenos, o en ser buenos para ellos mismos, sino que esa santidad los lleva a buscar que las personas se acerquen a Dios, que más personas conozcan a Cristo, porque nosotros lo conocemos, o estamos en camino de conocerlo. Así como Dios les dijo a los apóstoles que fueran por todo el mundo a predicar el evangelio, que se bautizaran y se convirtieran, ese mandato misionario también lo tenemos nosotros. Los que amamos a Cristo y lo buscamos, los que oramos y nos confesamos, los que seguimos los mandamientos y procuramos estar en gracia de Dios, con nuestro trabajo bien hecho, con las horas de clases virtuales, con el estudio, con esa llamada, ese WhatsApp a amigos o familiares que están tal vez tristes, solos o pasando un mal momento; estamos anunciando a Cristo, el evangelio. Y cuando nos esforzamos por vivir de modo santo, estamos reflejando a Cristo. Y en verdad, a través de ti y de mí, Dios obrará milagros, ya no únicamente los visibles, aquellos que espantan demonios. También a través de nosotros muchas personas pueden volver a Dios. Por ejemplo, cuando un amigo o amiga nos pregunta: ¿cómo haces tú para estar tan contento, tan tranquilo en este momento de cuarentena? Puede ser que le contestes: es que yo todos los días hago un rato de oración. Y si te preguntan: ¿y cómo es hacer oración? Les enseñamos que pueden dialogar con Dios, escuchar los diez minutos con Jesús, rezar el rosario, confesarse. Y puede ser que te hayan respondido: yo no me confieso desde la confirmación. Y de pronto esa persona se confiesa y siente que vive de nuevo. Con esas pequeñas cosas se pueden dar esos milagros en la tierra. Así que cuando Dios da ese mandato de ir por todo el mundo, allí estamos todos nosotros.

Con su historia, Jorge está anunciando a Cristo, diciendo que está vivo, que confiemos en él. El Papa dijo hace poco que «fe no anula las dificultades, ni los problemas, pero sí los traspasa de luz».  

Ahora Jorge ya no tiene ningún dolor en su espalda. Una dolencia que lo acompañó por años ha desaparecido y puede caminar sin ningún problema. Además, está tan feliz que quiere que la mayor cantidad de personas sepan que la cruz y la luz que él vio ese día nos permiten saber que Dios está aquí con nosotros.

Yo me siento afortunada de que él me haya permitido contarles lo que  vivió y que este post registre su testimonio para que más personas lo conozcan. Para mí, esa vivencia y su recuperación han sido, sin lugar a duda, un milagro. 

Comments(30)

    • Olga Silen

    • 4 años ago

    Gracias Tere por tan hermoso testimonio. Mi hermano es un gran hombre,Dios le ha dado la vivencia mas divina.

    • Aida. Vargas

    • 4 años ago

    Dios tiene con cada ser un proposito. , debemos aceptarlo y dejar q el conduzca nuestras vidas para sea manifestada su gloria

    • fernando cordero

    • 4 años ago

    Alabado sea Dios! Bendito el que viene en el nombre del Señor, aleluya, aleluya. La paz sea con ustedes hermanos y felicidades y bendiciones en tan divina experiencia con el Espiritu de Nuestro Señor. Han sido testigos de un milagro sin duda.
    Dios y Nuestro Señor Jesus los bendiga siempre!

    • Vicky Dominguez

    • 4 años ago

    Bello Tere. Impactante…más porque conozco a Jorge. En estos momentos difíciles que estamos viviendo es reafirmar que Dios esta con cada uno de nosotros protegiendonos. El relato la vivencia de Jorge ha sido una LUZ en medio des esta oscuridad
    (PANDEMIA)

    • Clorinda de Areces

    • 4 años ago

    TERE me impactó este relató no porq no sepa qué Dios se nos presenta en diferentes formas sino en la forma como lo describes nos llena de emoción y alegría al ver que podemos dar testimonio de que Dios existe y siempre está a nuestro lado yo soy fiel creyente de que esto es así porq a raíz de mi enfermedad pude dar testimonio en la iglesia de su poder y maravillas. Voy a circularlo para que cada día la gente se acerque más a Jesús y confiando que todas las cosas nos saldrán bien y gracias por este relato que acrecienta nuestra espiritualidad un abrazo 🤗 doy todos los días gracias a Dios porq me siento bendecida con las cosas más sencillas de la vida.

    • Myriam Lemos de Pretto

    • 4 años ago

    Mi querida Tere la historia de Jorge es maravillosa un verdadero testimonio .
    Gracias por compartir .
    Bendición

    • Analisa Gonzalez

    • 4 años ago

    Gracias Tere por compartir este hermoso relato que nos llena de esperanza

    • Maria

    • 4 años ago

    Todos tenemos una misión dentro del plan del Padre celestial nuestro vida no es una casualidad y el señor siempre busca a los más sencillos de corazón para manifestar su gloria. Que belleza de testimonio nos recuerda q solo en la cruz está la salvación del mundo y que cuando estamos frente a una prueba Dios nunca nos abandona sino q él se glorifica en ella. El camino de la cruz es el estrecho y lleno de piedras y pruebas pero con la certeza q el que nos guía nunca nos abandona el es amigo más fiel q podemos tener y el es amor más puro al que podemos aspirar tener. Todo lo dá a cambio de nada solo nos pide que abramos nuestros corazones para él entrar y llenarnos de paz y amor verdadero no humano el q todo lo espera todo lo perdona y su misericordia es nuestro mayor regalo o tesoro.

    • SAGRARIO DE REYES

    • 4 años ago

    Gracias Tere por compartir el hermoso testimonio de Jorge a quien conocemos y apreciamos mucho. Dios lo sanó!!
    Esta publicación justo hoy no es una casualidad, es una Diosidencia, ya que hoy la iglesia celebra el «Día de la Santa Cruz». De verdad Tere que Dios te iluminó para que hoy nos contaras este Gran Milagro que Dios hizo en Jorge.
    Gracias por incluir la foto de Cristy con sus compañeros, a quienes Dios ha escogido para servirle a través de su entrega y servicio.
    Cristy también es un testimonio de fé y milagros!

      • Gilda Ortiz de Goldner

      • 4 años ago

      Que extraordinaria experiencia la de mi primo Jorge y sobretodo que lo haya compartido para aquellos de nosotros que en momentos difíciles cuestionamos nuestra fe en Dios Todopoderoso. Que su relato nos de la confianza y fe en el amor de Dios. Ante todo me siento feliz de que Jorge se haya recuperado y de que no tuviera el Covid-19, pero ademas, que haya tenido la bendición de esa experiencia tan linda que reforzó su fe en Dios. Gracias por este lindo relato Tere.

    • Eduardo Molino Paz

    • 4 años ago

    Tere tienes el DON de regalarnos, mediante la escritura, testimonios sobre bendiciones que has recibido de DIOS y en esta ocasión, nuestro amigo Jorge Silen, se pone en tus manos para que tu cuentes su hermosa experiencia.
    Jorge eres bendecido con la luz y la cruz, tus sufrimientos acabaron. Para DIOS no existen imposibles y no tengo que ver para creer.

    • Yolanda Méndez

    • 4 años ago

    Gracias Tere por compartir tan linda experiencia Dios siempre está con nosotros en todos los momentos de nuestra vida

    • Teresita Azcarraga

    • 4 años ago

    Wao, Tere. Es un verdadero milagro. Yo conoci a Jorge Silen, hace muchísimos años cuando yo era una pelaita y el estaba estacionado en el Fuerte Bragg, en Carolina del Norte. Mi Papa, Lucho tocó en el club de oficiales del Fuerte Bragg en Carolina del Norte ese verano. Creo firmemente en estas experiencias y que bueno que ya Jorge esta mejor, junto a su familia. Mis oraciones para todos en estos momentos de cuarentena para que Nuestro Señor Jesus y la Virgen Santísima nos proteja y se termine la Pandemia.

    • Miriam velez

    • 4 años ago

    Wow señora tere q belleza de testimonio!¡¡! Y redactado con sus palabras tan bellas q Dios le pone en su boca para poder llegarnos al alma y le digo q para mi es mucha casualidad haber leido este testimonio, ya q los paisas hoy 3 de mayo..celebramos el dia de LA SANTA CRUZ y oramos los mil jesuses!¡¡..es una tradición de nosotros!¡!..DIOS ES GRANDE Y PODEROSO..bendiciones!!¡!🙏🙏

    • Nelly

    • 4 años ago

    Quiero darle las gracias a Jorge por decidir compartir con muchos su experiencia con Dios y a ti Tere por ayudarlo en esta tarea. Creo que ha traves de Jorge, DIOS quiere que recordemos que no estamos solos:
    🙏🏻“No temas, porque Yo estoy contigo”🙏🏻

    • Jose Aristides Henne

    • 4 años ago

    Que grande es el Señor. Lo vivido por el Sr. Silen es maravilloso.
    Tuve la dicha de estar en Fátima hace unos 10 años y cargué la Virgencita durante la procesión nocturna. Regresé con algo muy especial dentro de mí.
    En el Vaticano al regreso aproveché para confesarme con un sacerdote que me trató maravillosamente.
    Durante la confesión ví que el sacerdote tenía en sus manos muchas estampitas de diferentes santos las que movía de un lado a otro.
    Al finalizar me dijo que me haría un obsequio y que me asegurara de tenerlo siempre conmigo. Imagínense mí sorpresa, me dió una estampita de la Virgen de Fátima. Del gran paquete que tenía en sus manos, escogió esa. Para mí no existen coincidencias. Salí llorando del confesionario, me volví a sentir muy especial. Bendito sea DIOS.
    Me alegro mucho por ud. señor Jorge y por su familia, es un escogido del Señor.

    • Maria del Carmen Correa de Barés

    • 4 años ago

    Tere,
    Impactante testimonio de Jorge, bellamente contado con tu gran entusiasmo, motivándonos a fortalecer nuestra Fe y empezar a dar testimonios de Dios en nuestras vidas.

    Muy lindo Tere y a Jorge, gracias por compartirlo!

    • Ines de Santini

    • 4 años ago

    Hola Tere, espero estén bien. Qué belleza el testimonio de tu amigo Jorge! Bendito Dios que está curado. Gracias por compartir esa vivencia que tanto necesitamos en estos momentos. Dios te bendiga por ese don que tienes de escribir. Gracias y un abrazo 🤗

    • Zereth

    • 4 años ago

    Leí el testimonio y me llegó a mi alma y corazón
    Nunca he tenido esa experiencia que Dios me hable de una forma tan presencial, siempre he querido saber qué se siente.

    • Marta M

    • 4 años ago

    Tere, Dios te ha dado una mision
    y es de dar testimonio tuyo como de otros que El EXISTE y no nos abandona .Gracias a la FE de Jorge se encuentra bien.
    Sigue amiga que tu semilla esta germinando.

    • Aída Clément

    • 4 años ago

    Que experiencia más extraordinaria !

    Gracias, gracias gracias por envíame tu lindo escrito …..
    😍
    Que Dios y la Virgen te protejan Y guíen con la ayuda del Gloriosisimo San Miguel Arcángel y toda su legión de ángeles

    😇😇😇😇😇😇😇

    Que experiencia más extraordinaria !

    Gracias, gracias gracias por envíame tu lindo escrito …..
    😍
    Que Dios y la Virgen te protejan con la ayuda del Glorioso San Miguel Arcángel 🙏🏼💓 😇

    Salmo 116

    Amo al Señor, porque escucha
    mi voz suplicante;
    porque inclina su oído hacia mí,
    el día que lo invoco.

    Me envolvían redes de muerte,
    me alcanzaron los lazos del abismo,
    caí en tristeza y angustia.
    Invoque el nombre del Señor: “ Señor, salva mi vida”

    El Señor es benigno y justo,
    nuestro Dios es compasivo;
    el Señor guarda a los sencillos:
    estando yo sin fuerzas me salvó.

    Alma mía recobra tu calma,
    que el Señor fue bueno contigo:
    arrancó mi alma de la muerte,
    mis ojos de las lágrimas,
    mis pies de la caída.
    Caminaré en presencia de Señor,
    en el país de la vida.

    Gloria al Padre …

    Bendiciones al abundantes hoy y siempre 🙏🏼💕🙏🏼💕🙏🏼💕🙏🏼

    • GN

    • 4 años ago

    Lo acabo de leer aca esperando entrar a cesarea y despues de haber agarrado una rabia monumental.
    Me calmó. Gracias por compartir❤️

    • Magally Garcia

    • 4 años ago

    Waooo que testimonio el de Jorge! Quedo sanado!! Bendito y Alabado sea el Señor🙏🏻 Lo saludas de mi parte y dile que me alegro mucho el Señor le hiciera este milagro, que creo fielmente que Dios nunca nos abandona, es Grande y Misericordioso🙏🏻

    • Angelique de Burgos

    • 4 años ago

    Simplemente me encanto. Testimonios de vida y milagros que ocurren por doquier sin que nos enteremos, pero allí están. Yo también he tenido unos cuantos encuentros y milagros divinos que han transformado por completo mi forma de pensar y siento a Dios día a día, cada vez mas cercano. 🙏🏻

    • Maru de Carles

    • 4 años ago

    Maravilloso el relato y más aún, que le tocara, vivirlo a un «hombre normal». Eso es lo que busca Dios, gente común y corriente, con dolores y necesidades. Gente que busca al Hospital del Pueblo, que tiene malos humores y que sufre. No conozco a Jorge, pero Dios si ; prueba de ello es su gran Amor a él y el deseo ardiente de que comparta su vivencia, con quienes necesitamos aumentar nuestra fe. Bendito sea nuestro Señor y la Virgen Maria.❤❤

    • Carmen G de Fernández

    • 4 años ago

    Hola Tere, no te conozco,por lo que leí se en la labor que andas. A Jorge lo conozco. Años de no verlo.
    Su vivencia y posterior testimonio nos acerca más a la verdad de que Jesús esta con cada uno de nosotros y es el único que nos puede salvar en este mundo y de esta pandemia. Curó, sanó a Jorge y es un eternamente bendecido.

    • Denise Arosemena

    • 4 años ago

    Tere, bello tu escrito sobre la experiencia divina de tu amigo Jorge. Sin duda alguna ha sido un milagro de sanación .
    Al leer esta historia, mi corazón se ha llenado de gozo y ha fortalecido mi Fe en Dios. EL siempre está con nosotros.! Bendito seas Señor! Bendiciones para ti y Jorge.

    • Roberto García Castrellón

    • 4 años ago

    Dios está vivo!

    • Belkis Jiménez

    • 4 años ago

    Que dichoso Jorge por recibir tan linda bendición, y al mismo tiempo compartirla, y gracias a ti Tere por contarnosla.
    Que Dios nos bendiga a todos y nos permita salir pronto de este triste y preocupante evento mundial.
    «Señor, no soy digna de que entres en mi casa, pero una palabra tuya, bastará para sanarme». 🙏🙏🙏🙏💚🌹

    • Julissa Del Carmen Estrada Arosemena

    • 4 años ago

    Hola Tere. Me impactó este post.Testimonio de fe de tu amigo y del poder de Dios. Me alegro que también lo hayan publicado en el blog de 10 minutos con Jesús para que el mensaje llegue a más personas. Felicidades!

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