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Mis dos hijos, mi esposo y yo tenemos un grupo de WhatsApp que se llama De Panamá a Barcelona, y el otro día les compartí la foto que me tomé cuando me reuní con mi prima Olguita Santini Mas que estuvo de visita. Juan Antonio, mi hijo menor, que en ese momento estaba fuera del país, respondió casi enseguida: 

―Está estiloso el corte de cabello, mamá.

―Ja ja ja, no es un corte, así va saliendo ―le respondí.

―Salió de un rape, así que es “un corte”.

―Crecimiento natural del cabello, como si fuera bebé. 

―Corte de bebé, ja, ja, ja.

Yo me seguí riendo y, sobre todo, pensando: como si fuera bebé.

Con Olguita que estuvo de visita. Su esposo, Frank, murió en diciembre después de habérsele diagnosticado en el mes de septiembre cáncer de pulmón, el cual había hecho metástasis en el cerebro. La última vez que lo vi fue en Miami en enero de 2019.

Los bebés están en un constante descubrimiento. Desde que nacen y se desprenden del cuerpo de su madre, empiezan a relacionarse con el mundo que los recibe. El roce de la sábana que los envuelve, el paño que los limpia, la enfermera que los carga, el pediatra que los recibe y los sostiene por primera vez. La luz intensa del salón de operaciones sobre su cuerpo. La primera vez que sus madres los abrazan y los besan. Todas esas sensaciones comienzan a ser procesadas por ese ser diminuto en una sucesión interminable que continuará a medida que van creciendo.

Fotos tomadas por el estudio de Gerardito. Tenía entre tres y seis meses..

Así me siento yo en este momento. En un constante descubrimiento del mundo que me rodea. Como si fuera otro diferente y no el mismo de hace diez meses cuando me dijeron que tenía cáncer. Pero es que yo soy diferente. No solo porque ya no tengo mi larga cabellera con destellos dorados que tanto adoraba, sino porque miro la vida desde otra perspectiva. Hoy me miro al espejo y veo mi rostro alargado, mi cabeza pequeña. Noto mis orejas, que Ramiro siempre ha elogiado y que antes permanecían cubiertas. Me veo por primera vez con el cabello tan corto y a raíz de la conversación virtual con mi hijo recordé una foto de mi álbum de bebé. Sí, soy como un bebé que está abriéndose a una nueva vida. La única diferencia es que ahora tengo un cúmulo de vivencias que me hacen un bebé fuerte y sin miedos. Pero hay días que titubeo y algún miedo reaparece. Pero igual fue durante la quimioterapia, pero la valentía y determinación prevalecieron.

Antes de iniciar la quimioterapia.

A medida que va quedando atrás el tratamiento de quimioterapia y el cabello crece cada día más, esta sensación de vivir en otro lugar se torna más relevante. Es como si con cada día que pasara, con cada hebra de cabello que renace, así mismo renaciera yo. 

En Te ofrezco mis puertas describo todas las sensaciones que experimenté cuando perdí el cabello. A pesar de ser tan vanidosa, fue una de las puertas que atravesé con determinación y sin dudar, aunque no fue así con otras. El cabello se cayó en menos de un mes después de iniciada la quimio. Sin embargo, ahora crece lentamente. Mi última quimioterapia fue el 3 de octubre y hasta inicios de diciembre fue que empecé a ver las primeras hebras de cabello salir y dejé de usar las pañoletas.

En el colegio siempre fui muy reservada y tranquila. Si bien crecí rodeada de naturaleza, vacacionando en David cada verano por más de un mes al igual que en Cermeño, era muy miedosa. Y los miedos se fueron incrementando con los años. Después del trágico accidente en avioneta de la mamá de mi amiga Ángela, me daba pánico montarme en una. Y si bien tuve que viajar en ellas por mi trabajo en el área de publicidad, en cada vuelo iba siempre temerosa. Sin embargo, por una extraña razón no temía volar en aviones más grandes. Creo que era porque prevalecía en mí el ansia de conocer el mundo y visitar a mi hijo mayor que vive fuera del país. Pero sí me daba miedo pasar cerca de un precipicio en una carretera estrecha, o alejarme mucho de la orilla del mar por temor a que un tiburón me muerda. Recuerdo que no fui al servicio social del colegio por miedo. Hubiera querido que en esa época fuera obligatorio para haber vivido esa experiencia con el resto de mis compañeras. 

Giulia de Sanctis, compañera del colegio, el día de la presentación de Te ofrezco mis puertas, mencionó que una de las cosas que le había impactado del libro era cómo yo había descubierto mi alma, mi vida. Había entregado mi experiencia para ayudar a otros. Al escucharla fue que tomé conciencia de ese hecho. Yo nunca pensé que ante una situación como esta iba a actuar con valentía. Pero así ha sido. Ante el cáncer, me despojé de esos miedos y me armé de valor.

Un extracto de las palabras de Giulia de Santis el día de la presentación de Te ofrezco mis puertas.

La semana pasada me correspondió la primera revisión médica trimestral de este año. Los días previos estuve muy ansiosa y no dormí bien. La prueba del CA 125 salió en un nivel bien bajo y todos los exámenes físicos estuvieron muy bien. Sin embargo, el marcador tumoral CEA salió algo elevado. Enseguida le escribí al doctor José Dondis, mi gastroenterólogo. Me dijo que debía hacerme una colonoscopía de control. La anterior había sido hacía cinco años. El doctor Barés me sugirió lo mismo. Yo pensaba que si el CT Scan que me habían hecho a fines de octubre había salido bien, para qué tenía que hacerme ahora esto. Además, en el MD Anderson me informaron que solo si el CA 125 se doblaba era que debía hacerme otros exámenes. También le escribí a la doctora Michelle Smekens, con quien precisamente tuve una reunión de seguimiento la semana pasada. Me respondió que sí, que el CEA estaba elevado para alguien que nunca había fumado y que podía deberse a muchas razones, como irritación de colon por diverticulitis, entre otros. Me dijo que debía seguir la recomendación del doctor Barés, lo cual ya había decidido hacer. Los tres médicos me explicaron por qué debía hacerme la colonoscopia. 

Algo que me reconfortó muchísimo a raíz de la incertidumbre que sentía fue el grupo de WhatsApp de las Guerreras Vencedoras, con quienes compartí los resultados. Esa semana había varias del grupo atravesando diferentes puertas, y una de ellas, incluso, está bastante enferma. 

Uno de los primeros mensajes que recibí fue el de Victoria García de Kupfer, quien me escribió: 

Tere, a mí también me salieron, en el pet/scan, manchas en los intestinos y no era nada. Hay que pasar por los controles y esto es inquietante. De la mano de nuestro pastor siempre. 

Por su parte, Adriana de Vallarino me escribió: 

A mí me han sacado pólipos parejo, sobre todo del estómago. Vamos pa lante, de la mano del Señor. 

Chispa de Watson respondió: 

Amén, Adri, no hay de otra. 

Este simple intercambio me hizo entender que el descubrimiento de este nuevo mundo apenas comienza. Las puertas por abrir alrededor del cáncer seguirán presentándose en mi camino y tengo que estar dispuesta a abrirlas siempre. Así como lo he escrito en varias dedicatorias del libro, así mismo me lo digo a mí misma cada día: tengo que seguir abriendo las puertas que se me presenten en la vida. 

Guerreras Vencedoras que me acompañaron el día de la presentación de Te Ofrezco mis puertas

Comments(19)

    • Marta Dominguez de Mata

    • 4 años ago

    Gracias querida Tere mi hermana q tanto quiero por compartir tu caminar de la mano de Dios y la Virgen vas a estar siempre segura y tranquila

      • Tere Dominguez

      • 4 años ago

      Gracias hermana por escribirme. Como lo escribí en Te ofrezco mis puertas: has sido un espíritu de paz. Un abrazo y te quiero mucho.

    • Maria de lourdes

    • 4 años ago

    Tere eres la mujer mas valiente que conozco! Dios esta contigo, sigue positiva y todo va a ir bien, loveu, Lourdes❤️

      • Tere Dominguez

      • 4 años ago

      Hola amiga querida, gracias por estas palabras de aliento. He sentido siempre tu apoyo incondicional. Tú me has enseñado a acercarme cada vez más a Dios. Un abrazo.

    • luisanadominguez@hotmail.com

    • 4 años ago

    Vamos Tere, continúa tu lucha, no decaigas, pero siempre como te dijo tu hermana Martha, de la mano de Jesús y la Virgen Santísima. Animo y mucha fe. 🙏🥰Luisana.

      • Tere Dominguez

      • 4 años ago

      Así lo haré Tía. Gracias otra vez por escribirme. Un abrazo.

    • MynaCale

    • 4 años ago

    Tere, siempre disfrutando tus escritos, imposible parar de leerlo. Las anécdotas familiares son unicas e inolvidables. Cada amamecer es un dia que hay q disfrutar como bebés. Seguomos Pa’lante

      • María Elena Alvarez

      • 4 años ago

      Mi querida y apreciada prima sigo disfrutando tus comentarios y vivencias. Yo doy gracias Dios que pude convivir varias etapas de tu vida. De niñas de 3 años y tu 2 en casa de Papito Oscar y Mami Toya como tus cumpleaños en Cermeño o cuando te visitaba en casa de tia Vicky en Marbella. Cuando venías a la casa en La Perla, David, o hace unos días que conpartimos con la familia. Esos recuerdos nunca se olvidarán. Olguita, también fue parte de esas escursiones en la casa, en el rio. Qué más puedo pedirle a Dios por el gran regalo que me dió? Ustedes. Te quiero y te querré siempre prima. Besos.
      PD: En menos de un mes mira tu cabellera waaooo como ha crecido. 🤗👏👏👏

        • Tere Dominguez

        • 4 años ago

        Sí, en un mes el cabello ha crecido un montón. Todavía me puedo peinar con la misma toalla. Es una delicia. Gracias siempre por leerme y compartirme tus vivencias. Yo atesoro también esos recuerdos. Te quiero mucho.

      • Tere Dominguez

      • 4 años ago

      Si, mi ángel culinario, así mismo es. Sigo sin descanso. Gracias por escribirme.

    • Bibi

    • 4 años ago

    Nuevamente Tere nos sabes transmitir de forma excelente tus pensamientos, sentimientos, sensaciones.Nos llevas de la mano paso a paso en tu caminar. En esta ocasión, además, con gran humildad nos abres las puertas de tu psique hablándonos de tus miedos y debilidades. Eso nos ayuda a enfrentar las nuestras. Gracias.

      • Tere Dominguez

      • 4 años ago

      Los miedos y debilidades me han fortalecido. Así lo siento. Quieren retarme a caer o como me dice Angelique: que es el maluco que me quiere desanimar. Pero ten la seguridad que no me dejaré. Gracias por siempre leerme. un abrazo.

    • Lanny

    • 4 años ago

    La vida es una ciudad con muchas calles. Hay calles que tomamos siempre y otras que, aunque no nos gusten, hay que atravesar para llegar a nuestro destino. La calle CEA hay que tomarla. Lo bueno es que no está oscura, sino llena de faroles (gente), guiándote. Pa’lante sin miedo!

      • Tere Dominguez

      • 4 años ago

      Lanny, tus comentarios como siempre atinados. Ya tengo la pre autorización lista y el
      examen serà el martes 4 de febrero. Gracias por escribirme. Y es tal cual dices: avanzo en una calle iluminada con el apoyo de personas queridas como tú.

  1. Awesome post! Keep up the great work! 🙂

    • Greta Boyd de Miró

    • 4 años ago

    Hola Tere, no le temas a la colonoscopía, yo ya llevo 2. Si te encuentran algún pólipo te lo quitan allí mismo y ni cuenta te das. Lo más tedioso es el día anterior que tienes que tomar solo líquidos y purgantes. Sigue caminando de la mano de Jesús y María y su protección te seguirá ayudando a vencer cualquier miedo en este camino de la vida. Un abrazo. 😘

      • Tere Dominguez

      • 4 años ago

      Gracias Greta por escribirme y por leer el post. La tengo programada para el martes 4. Estoy haciendo tal cual me dices. Un abrazo. Tere

    • Angella Gammel

    • 4 años ago

    Hi! I’m at work browsing your blog from my new iphone 4! Just wanted to say I love reading through your blog

    • Tristan Rusteberg

    • 4 años ago

    Thanks for a marvelous posting! I actually enjoyed reading it, you are a great author.I will remember to bookmark your blog and will eventually come back in the foreseeable future. I want to encourage continue your great posts, have a nice holiday weekend!

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